Rituales de belleza basados en los ciclos lunares
Honrar los ritmos de la naturaleza no es solo una moda; es una práctica que atraviesa la cultura, las tradiciones y nos permite nutrirnos de la sabiduría ancestral de las plantas. Observar los ciclos lunares y adaptar nuestros rituales de belleza es una forma de reconectar con nuestra naturaleza y cuidar de nuestra piel.
El rostro, el cuerpo o el cabello se ven afectados de formas diferentes según la posición de la luna. Hay momentos ideales para cuidar de nuestro cabello o de realizar limpiezas profundas en nuestra piel.
Incorporando estos rituales de belleza adaptados a los ciclos lunares escuchamos nuestro cuerpo y sus necesidades, acompañándolo y nutriéndolo desde lo más profundo de sus raíces.
Rituales de belleza según el ciclo lunar
Desde la tradición hermética, la luna atraviesa cuatro fases principales en su órbita mensual, cada una de aproximadamente siete días. Estas fases están vinculadas simbólicamente a los cuatro elementos y a distintos momentos de expresión energética. Así como la Luna influye en las plantas, también puede guiarnos en nuestros rituales de belleza, autocuidado y bienestar.
Luna nueva
La luna nueva marca un momento de recogimiento y regeneración. Como su luz no es visible desde la Tierra, simboliza un tiempo para nutrir desde dentro, conectar con la intuición y enfocarnos en lo esencial.
Cualidades: Frío y húmedo
Elemento asociado: Agua
Correspondencia botánica: Hojas y tallo
Baño de renovación energética:
Para ayudar a tu cuerpo a regenerarse y sentirse más enérgico en este nuevo ciclo, un baño energizante será una opción perfecta.
Preparación:
Llena tu bañera con agua tibia.
Añade hidrolato de salvia.
Hecha 3 gotas de aceite de romero.
Disfruta de tu baño y siéntete renovada por completo.
Mascarilla purificante:
Para cuidar de nuestra piel en este ciclo de renovación es recomendable realizar una mascarilla purificante con los siguientes ingredientes.
Arcilla verde o rasshoul.
Hidrolato:
Corte de cabello:
Así como las plantas se podan para ganar fuerza, nuestro cabello también puede beneficiarse de un corte consciente durante la Luna Nueva. En esta fase, la energía vital se recoge en la raíz, lo que hace que cortar las puntas no debilite el pelo, sino que lo estimule desde su base, favoreciendo un crecimiento más sano y con más cuerpo.
El momento óptimo para hacerlo es entre la Luna Nueva y el Cuarto Creciente, cuando la energía comienza a expandirse. Si coincide con la Luna en Capricornio, el corte puede tener un efecto aún más fortalecedor. Es recomendable evitar los días de nodos lunares, ya que suelen traer cierta dispersión energética que no favorece a los procesos regenerativos.
Luna llena
La luna llena simboliza plenitud, expresión máxima y cosecha. Es un momento de luz total, donde la energía está en su punto álgido.
Cualidades: Cálido y seco
Elemento asociado: Fuego
Correspondencia botánica: Semillas y frutos
Tónico revitalizante
Para conseguir una piel resplandeciente y joven, este tónico será tu mejor aliado durante la luna llena.
Preparación:
Introduce los siguientes ingredientes en un pulverizador:
60 ml de hidrolato de rosas.
40 ml de hidrolato de salvia.
3 gotas de aceite de pétalos de rosa.
Agita la mezcla.
Pulveriza la mezcla en tu rostro día y noche durante 3 días.
Meditación a la luz de la luna
La luna llena potencia la luminosidad natural del rostro. Meditar unos minutos bajo su luz, en silencio o con respiración consciente, relaja los rasgos y devuelve frescura a la piel.
Si puedes, hazlo al aire libre o junto a una ventana abierta. Cierra los ojos, inhala profundamente y deja que la brisa nocturna acaricie tu cara: a veces, el mejor cosmético es el aire limpio y una mente quieta.
Luna creciente
Durante la luna creciente, el cuerpo se activa. Es una fase de expansión, fertilidad y comunicación. Las plantas florecen con más fuerza y vitalidad, y nosotros también estamos más enérgicos, receptivos y creativos.
Cualidades: Húmeda y cálida
Elemento asociado: Aire
Correspondencia botánica: Flores
Mascarilla nutritiva
A través de este proceso recuperaremos la vitalidad y nutrición de nuestro cabello con tan solo unos pocos ingredientes que, junto a la ayuda de la luna, conseguirán que nuestro cabello luzca resplandeciente y fuerte.
Ingredientes:
• 8 % de yema de huevo fresco
• 20 % de hidrolato de romero
• 60 % de manteca de karité
• 10 % de aceite de hipérico
• 1 % de aceite esencial de Ylang Ylang
• 1 % de aceite de ciprés
Preparación:
Bate la yema de huevo con la manteca de karité.
Incorpora las esencias y el hidrolato sin dejar de batir.
Cuando esté totalmente emulsionado lo tienes listo.
Consérvalo en un lugar frío o en la nevera para conservar mejor la mezcla.
Aplicación:
Aplicamos por toda la cabellera, la dejamos actuar un mínimo de una hora (cuanto más tiempo mejor) sobre la melena tapada con un paño y la aclaramos con agua tibia.
Luna menguante
En la fase menguante, la energía desciende hacia la introspección. Es un momento para eliminar lo que ya no sirve, limpiar, drenar y soltar. Las plantas bajan su energía hacia la raíz, y nosotros también tendemos a la quietud.
Cualidades: Seco y frío
Elemento asociado: Tierra
Correspondencia botánica: Raíz
Baño de sal
Un baño de sal será una opción perfecta durante la luna menguante, ayudando a liberar cargas y purificar nuestra energía.
Llena tu bañera con agua tibia.
Agrega una taza de sal marina.
Añade 20 ml de hidrolato de lavanda.
Sumérgete en ella con la intención de liberar todas las tensiones acumuladas y preocupaciones.
Respira hondo, agradece a tu cuerpo y regálale descanso.
Simplifica tu rutina nocturna
Durante esta etapa del ciclo lunar, una de las grandes recomendaciones es reducir tu rutina de noche al mínimo de productos necesarios.
Utilizar un único producto con una única intención, dormir, calmar y regenerar, la rutina más efectiva para la luna menguante.
Volver a regirse por la Luna es también volver a escucharse, a respetar los ritmos del cuerpo y de la naturaleza. Es recordar que la belleza no se impone, sino que se cultiva.
En este camino, contar con productos vivos, nacidos de la tierra y creados con conciencia, hace la diferencia. Los hidrolatos y aceites esenciales de El Jardín de las Lilas, son aliados silenciosos pero profundos en cualquier ritual. Porque cuando cuidamos la piel con lo que la tierra da en su mejor momento, estamos cuidando también nuestra forma de habitar el mundo.
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