Lavanda
Lavandula angustifolia
Familia botánica: labiadas
Planeta: Mercurio; Sol y Luna
Nombre popular: alhucema, espliego, lavanda
Principios activos: en los aceites esenciales, linalol, acetato de linalilo, geraniol, acetato de lavandulilo y alcanfor; taninos, saponinas, ácido ursólico, cumarinas...
Los romanos usaban la lavanda, por sus saponinas y aroma fresco, para el baño. Los griegos la asociaron a Hécate, diosa de la magia, por su efecto en la mente y su floración en el solsticio de verano.
La lavanda pinta los campos mediterráneos con franjas lilas, llenando el aire de su aroma limpio y fresco. Sus flores azules purifican y relajan el alma al atardecer.
Prefiere suelos calcáreos y altitudes de 700 a 1.800 m. Influenciada por Mercurio, Luna y Sol, sus flores actúan sobre el sistema nervioso.
Propiedades de la lavanda
La lavanda (Lavandula angustifolia) es una de las plantas más reconocidas en la tradición botánica y popular, apreciada por su fragancia y sus múltiples aplicaciones tanto en el bienestar emocional como en el cuidado personal y culinario.
Las propiedades que verás a continuación combinan el uso tradicional con estudios científicos recientes. Algunas han sido respaldadas por investigaciones clínicas sobre los efectos de sus aceites esenciales o extractos.
En cada caso, indicamos si se trata de un uso tradicional o de una propiedad con respaldo científico.
Por vía interna
Según la tradición herbolaria, suave antiinfeccioso intestinal.
Tradicionalmente utilizada como descongestivo y equilibrante del sistema nervioso, con propiedades hipotensoras, sedantes y antiespasmódicas.
En la medicina popular, recomendada para hacer gárgaras en casos de afonía o halitosis.
Respaldada por estudios científicos, ayuda a equilibrar el sistema nervioso y favorece el sueño.
Por vía externa
Según la tradición cosmética, gran cicatrizante y antiséptico.
Uso tradicional como regulador del exceso de sebo.
Tradicionalmente, calmante, desinfectante en baños vaginales.
De acuerdo con el saber tradicional, empleada en fricciones como planta antirreumática.
Amplio uso en la cosmética natural, perfecta para la elaboración de cremas, champús, desodorantes, tónicos y lociones.
Respaldo en estudios científicos sobre aceites esenciales: puede aliviar la inflamación y el dolor leve en la piel, y favorecer su regeneración en casos de heridas o irritaciones.
Puedes leer el estudio completo sobre esta propiedad en este enlace.
Usada tradicionalmente como bruma refrescante para pieles sensibles o inflamadas, incluyendo en niños, o para calmar la piel antes de la exposición solar.
En usos domésticos tradicionales, como perfume natural para purificar espacios.
Según costumbres populares, utilizada como limpiador natural en baños y cocina.
Uso doméstico tradicional, para perfumar la ropa en el agua de la plancha, fregar el suelo o lavar la ropa.
Uso culinario
En la cocina es Perfecto en nuestras infusiones, en galletas, pasteles y bizcochos, en zumos, yogures y cremas de verduras.
En la preparación de infusiones, batidos, zumos, guisos, dulces, pasteles..., aromatizando y perfumando para crear deliciosas recetas.
Propiedades energéticas
Respaldada por estudios científicos, favorece la relajación emocional, el equilibrio mental y contribuye a reducir la ansiedad y la agitación.
Puedes leer el estudio completo sobre esta propiedad en este enlace.
Según la tradición energética, la lavanda se asocia con la paz interior y el equilibrio del “yo”.
En la aromaterapia tradicional, se dice que ayuda a trabajar emociones como la arrogancia, la agresividad o la impaciencia, y a desbloquear el chakra corona.
Nota importante: Las propiedades descritas en esta página se basan en la tradición popular y el uso tradicional de la planta, así como en estudios científicos recientes sobre sus extractos y compuestos naturales. En algunos casos, los estudios citados se han realizado con extractos concentrados o aceites esenciales, no específicamente con hidrolatos, aunque estos pueden compartir algunos componentes activos. Este contenido se ofrece únicamente con fines informativos y no debe considerarse un consejo médico ni sustituir el diagnóstico o tratamiento profesional. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
Preparaciones y usos
De la lavanda podemos obtener varios productos:
Hidrolato o agua floral de lavanda
El aceite esencial y el hidrolato de lavanda son muy similares en cuanto a su composición. Durante el proceso de destilación se obtienen dos productos, el aceite esencial por un lado y el hidrolato o agua floral por el otro, un agua impregnada con una cierta cantidad de moléculas aromáticas y las moléculas hidrosolubles más volátiles de la planta. Son productos parecidos en cuanto a composición, pero tienen perfumes distintos. Aunque en proporciones diferentes, ambos contienen las moléculas clave, el linalol y el acetato de linalilo, pero el hidrolato, además, concentra moléculas hidrosolubles y más ligeras, que le aportan un aroma más suave, dulce y herbal, menos intenso que el del aceite esencial. Tanto el aceite esencial como el hidrolato contienen toda la información energética de la planta, así que presentan principios activos y efectos terapéuticos similares. Los hidrolatos contienen una concentración de principios activos inferior, pero cuentan con la ventaja de ser hidrosolubles, y aportan componentes hidrosolubles que no están en el aceite esencial, ni presentan contraindicación alguna.
Hidrolato de Lavanda en uso externo
Empapado en algodón, en compresas, directamente en el agua de baño o en baños de asiento.
Para la piel o una cucharilla de hidrolato en los pulverizadores atmosféricos y energéticos.
Hidrolato de lavanda en uso interno
Para que los hidrolatos puedan ejercer su función adecuadamente y empezar a ver resultados tendremos que tomarlos durante 28 días o un ciclo lunar como mínimo, por lo tanto los hidrolatos en formato de 1L son los más indicados en estos casos.
La dosis recomendada es de una cucharada o dos de hidrolato o agua floral de Lavanda diluida en un litro de agua e ir bebiendo a lo largo del día, o una cucharadita diluida en un vaso de agua tibia unas 3 veces al día.
Hidrolato de Lavanda para usos culinarios
Diluir 1 cucharada sopera por cada 500 ml de líquido. Procuraremos siempre añadirlo a nuestras recetas cuando la preparación esté templada o fría y así no se volatilicen sus aromas.
Aceite esencial de lavanda
Para mí, el aceite esencial de lavanda es uno de los imprescindibles en el botiquín por sus propiedades cicatrizantes, regenerantes y antisépticas. Es ideal también para usarlo contra las picaduras de insectos. En nuestros preparados cosméticos nos ayudará a tratar el reuma, los calambres y dolores musculares, y el dolor de cabeza, si nos ponemos unas gotas en cada sien. Si lo añadimos a los difusores de la habitación relajará el sistema nervioso durante la noche y nos ayudará a conciliar el sueño. Hay quien afirma que también ayuda a recordar los sueños.
Es un maravilloso aliado por su gran tolerancia entre los niños, con los que le podemos dar los mismos usos que en los adultos, pero en dosis inferiores. Es un gran cicatrizante cutáneo y está muy indicado para los bebés cuando padecen cólicos. ¡Y en espray, como repelente de piojos!
Para la limpieza de la casa, unas gotas en el agua de fregar el suelo o en la colada perfumará con su fresca dulzura el espacio y la ropa.
Tintura
Se utiliza por vía interna como tratamiento del sistema nervioso, traumatológico y para el reuma. La dosis es de unas 15 gotas tres veces al día.
Infusión
Como relajante del sistema nervioso y digestivo, se usan 30 g de sumidades floridas por cada litro de agua, en dosis de tres tazas al día antes de las comidas.
Tipos de lavanda
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Lavandula angustifolia (Mill.)
Se encuentra de forma natural en el sur de Francia y en zonas de Italia. Sus brácteas tienen un tamaño más pequeño que las del espliego, y el cáliz es muy piloso, de diferentes tonos de violeta. Es la que se suele cultivar en Francia y la que se utiliza a nivel tópico en perfumería y cosmética por su delicado perfume y sus propiedades. Dentro de este grupo hay multitud de variedades. En El Jardín de las Lilas cultivamos siete variedades diferentes: dulce, maillette, diva, bianca, matheronne, popular y vista. Cada una tiene un olor y unos componentes característicos, un auténtico tesoro para los aromaterapeutas y perfumistas, y para todos los que disfrutan con aceites esenciales muy específicos.
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Lavandula angustifolia (Mill.) subsp. pyrenaica.
Lavandula spica
Nombres populares: lavanda menor, lavanda espiga, nardus itálica, espliego fino, espigolina
En El Dioscórides, a esta lavanda la denominan lavandula spica, pero en otras muchas fuentes se refieren a ella como lavandula pyrenaica. Creo que se trata de la misma. Tiene las hojas opuestas y lanceoladas de color verde claro, las flores forman glomérulos y, en la base, dos pequeñas hojas florales opuestas de forma romboidal y membranosa. La corola es púrpura y más grande que el cáliz. Las hojas y las sumidades floridas son muy aromáticas, con buen olor, y su floración se da antes que en la Lavanda latifolia. La podemos encontrar en el sur de Francia y en Inglaterra, en laderas y zonas pedregosas y calizas, pinares secos y encinares de todo el Pirineo y Cataluña, pocas veces por debajo de los 600 m. Tiene entre un 30 y un 60 % de acetato de linalilo (linalol). La alcoholatura se utiliza en casos de reuma, y la tisana es digestiva, estimulante y desinfectante de heridas.
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Lavandula latifolia villars
Donde hay mayor confusión es entre esta lavanda y el espliego. De hecho, en muchos puntos de la Península se les cambia el nombre. Según El Dioscórides, esta lavanda la encontramos en España, en Francia y al sur de Inglaterra. Se distingue del espliego por tener el tallo más alto y ramificado (el espliego suele ser un tallo simple, sin ramificaciones). Las hojas son de un color más blanco que las del espliego y más anchas, y las hojitas de la base de los glomérulos son muy afiladas y nada membranosas. Los ramilletes florales son menos apretados, y las flores, de un color más pálido. El olor que desprende es más alcanforado. Su floración es posterior al espliego, y se cría en laderas y collados de tierra baja, entre matorrales y bosques muy aclarados de encinas y pinos, en suelos calcáreos. El aceite esencial no es tan fino como el del espliego, y se compone de d-alcanfor, d-canfeno, d-borneol, cineol... Tiene virtudes similares al espliego, aunque no está muy valorada en perfumería. Más bien se utiliza la planta seca para hacer sahumerios y limpiar los espacios de la casa.
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Lavandula stoechas L.
Nombres populares: tomillo borriquero, cantahueso, cantuerca, hierba de San Juan
El cantueso forma matas muy ramificadas, con hojas afiladas y opuestas de color verde blanquecino en ambas caras. Las flores forman un ramillete apiñado de cuatro caras, con cuatro líneas de florecillas de color morado oscuro en cada esquina y un penacho de brácteas u hojas florales en la punta. Florece en primavera, a partir del mes de marzo, y la podemos encontrar en casi todo el Mediterráneo donde los suelos sean ricos en sílice, y hasta los 1.000 m de altitud. El olor es alcanforado, parecido al de la alhucema, y su aceite esencial contiene, entre otros, cineol, borneol, d-fenchona y alcanfor. Las propiedades son muy similares a las de la alhucema, y el aceite esencial mezclado con agua era utilizado como desinfectante para limpiar las heridas.
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Lavandula stoechas pedunculata (Mill.) Cav.
Una variante de la stoechas que se distingue de la anterior por tener un pedúnculo y las brácteas más largas, además de vivir en zonas más frescas.
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Lavandula dentata L.
Se reconoce por sus hojas de margen dentado. La inflorescencia tiene forma de espiga y un pedúnculo similar a la pedunculata. También tiene un fascículo de brácteas, pero no tan grandes como la anterior.
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Lavandula multifida
También llamada alhucemilla por su parecido con esta especie, es diferente a las demás. Tiene las hojas divididas en segmentos muy finos, varias espigas para un mismo tallo, y está recubierta de un vello que aporta un tono gris a sus flores, de un azul añil profundo.
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Lavandula hybrida
Híbrido natural entre la Lavandula angustifolia y la Lavandula latifolia, produce más cantidad de aceite esencial, pero de menor calidad. Se da de manera natural en zonas en las que crecen las dos especies que, aunque tienen floraciones en momentos diferentes del año, muchas veces se solapan y producen el lavandín. Hoy es uno de los cultivos más producidos en Europa, ya que su rendimiento en aceite esencial es superior al de la Lavandula angustifolia.